India de Norte a Sur
Volvemos a la India otra vez. Ese país que nos dejó contrariados hace justo un año, cuando la visitamos por primera vez en Marzo de 2017.
Como no podía ser de otra manera (pensamos entonces) íbamos a empezar por el famosísimo e increíble, fantástico e imperdible “Triángulo de Oro”, o así lo creíamos por la información que nos llegó, o que yo misma quise hacernos llegar, por lo que leí o quise leer, por mis propias ideas internas… porque no sé…. La verdad.
Lo que sí sé es que no encontramos, ni de lejos, la India que fuimos a buscar. Puede que no exista, ya sabéis que malas malísimas son las expectativas, pero también puede ser que no existiera en la manera en la que nosotros mismos planteamos y finalmente hicimos el viaje. Fíjate, así de fácil.
Otra vez me doy cuenta de que quizás el destino no tuvo la “culpa”, solamente la manera de visitarlo, el no ir preparados, informados y tranquilos. El dejarnos abrumar por un destino intenso donde los haya, caótico, ruidoso, febril y los adjetivos que uno quiera darle, pero con unas creencias espirituales, arraigadas y profundas, que vale la pena conocer, al menos, una vez en la vida…
Pero… ¿Es posible ir a la India solo una vez en la vida?
Delhi, Agra, Jaipur y Benarés. Ese fue nuestro viaje. Y si os habéis pasado por el blog, ya habréis visto que VARANASI, al menos para nosotros, fue toda una experiencia auténtica.
¿Qué nos deparará esta aventura que arranca en menos de dos semanas?
De Rishikesh a Benarés en el Norte
Empezamos por Rishikesh, a las puertas del Himalaya, nombrada “Capital mundial del Yoga” y una de las muchas ciudades sagradas del hinduismo donde el Ganges fluye todavía limpio, aunque intuyo, gélido, ya que su nacimiento dista menos de 300 kilómetros de Rishikesh.
También visitaremos Haridwar, una de las 4 ciudades sagradas donde, cuenta la leyenda, cayeron accidentalmente unas gotas de Amrit, el elixir de la inmortalidad, mientras eran transportadas por el ave celestial Garuda. Esto se manifiesta en la peregrinación Kumbha Mela, que se celebra cada 3 años en uno de los 4 puntos donde fueron derramadas las gotas de Amrit. Haridwar, Ujjain, Nasik y Allahabad.
En Delhi solo estaremos una noche, ya que nuestro vuelo de Dehradun Airport aterriza sobre las 20:00h / 20:30h y no da tiempo a mucho. Por suerte, el año pasado sí pudimos quedarnos en Delhi dos noches y aunque estoy segura de que tiene muchísimo más (y mejor) para ver, en esta ocasión no va a poder ser.
En Agra no volveremos a entrar al Taj Mahal, simplemente queremos acercarnos a Las Misioneras de la Caridad y a Sheroes, para dejar allí nuestro insignificante granito de arena, que junto a los de todos los que ayudan, forman dunas. Solo eso que será más que cualquier vista del Taj Mahal al amanecer.
Desde Agra tomaremos un tren hasta Jhansi, donde nos llevarán hasta Orccha para seguir al día siguiente hasta Khajuraho, lugares que nos quedaron pendientes en nuestro primer viaje y que no queremos dejar pasar en éste, ya que la ruta lo permite.
Llegaremos a Benarés por carretera (intuyo este tramo el más complicado de todos) porque queremos visitar Allahabad, una de las 4 ciudades donde se derramaron las gotas de Amrit, como te conté unas líneas más arriba al hablar de Haridwar. Aquí tenemos unas 7 horas de coche para recorrer 270 kilómetros ¡Esto es India!
Nuestra ruta por el norte termina en Benarés por la que solo aspiramos a caminar con la mente tranquila y callada, como te contamos en nuestra colaboración con “Viajes que Transforman” donde escribí esto:
“Una vez “vivida” por primera vez la India, espero que mis pasos sean más firmes pero a la vez más tranquilos, mi mirada más serena y menos inquisitiva, mis movimientos más ligeros y no tan nerviosos y que mi mente esté más abierta y relajada, sin tantos prejuicios y alertas. Espero poder disfrutar entendiendo y respetando el carácter indio y saber ver más allá, mucho más allá, de una primera impresión preconcebida desde la calidez de la vida mediterránea”.
De Kovalam a Cochín en el Sur
Y seguimos al Sur a empaparnos de Ayurveda, a reposar las sensaciones que nos hayan quedado de nuestro paso por el Norte, a intentar iniciarnos en el yoga (que ya habremos catado en Rishikesh), a seguir con nuestros primeros pasos en técnicas de meditación (aunque no creo que haya técnica posible capaz de acallar mi mente incontrolable ¿O sí?).
Deseando aprender las bases de la cocina ayurveda y leer sobre esa antigua ciencia que tanto nos llama la atención y en la que queremos basar la experiencia de los tours que pronto tendremos la inmensa alegría de presentarte para que tú también puedas disfrutarlos si no tienes, como nosotros, varios meses de vacaciones para recorrer los países a tu aire.
Nuestra estancia en el Sur comenzará en Kovalam, seguirá con una noche en Houseboat en los canales de Allepey, un día de paseos y bicicleta en la playa de Mararikulam y terminamos con una visita a Cochín.
Queremos, en definitiva, conocer esa India más tranquila que prometen libros, blogs y guías de viaje y que no he querido leer mucho para no cometer el mismo fallo que cometí en 2017.
Viajar sin expectativas
Lucho para no tener expectativas, o al menos, que no estén muy altas, ni altas, ni siquiera un poquito altas. No quiero que estén. No quiero ser la causante de volver desilusionada por segunda vez de un país que por fuerza debe de ser maravilloso si consigues entenderlo.
Porque cada viaje, cada escapada y cada experiencia, guarda un lado positivo, y eres tú y solo tú, el encargado o encargada de buscar ese aprendizaje bueno o darle sentido positivo a esa experiencia vivida. Este buscar el lado positivo de las cosas te lo cuento un poco con experiencias vividas en ¿Qué haces con lo que te pasa?
Es gracioso y sorprendente que repitamos destino, “El mundo es muy grande, hay mucho que ver” digo siempre que alguien me comenta que va a visitar un lugar en el que ya ha estado. Y ahora me veo, sin saber muy bien cómo todavía, a escasas dos semanas de volver al inmenso subcontinente Indio. Un año después de haber estado y haber vuelto no muy contenta con la experiencia.
No sé si será cabezonería, segundas oportunidades, enmendar errores o no darme por vencida, pero la historia está en que volvemos.
Y esta misma mañana hablaba con Luca sobre una corta conversación que tuvimos en Benarés la última mañana, cuando nos marchábamos, él quiso cumplir su sueño de dar su ofrenda al río en forma de baño (aunque creo que algo o alguien quiso protegerlo, y lo creo firmemente, porque nada le pasó, por favor ¡No lo hagas!). Después, dejó la camiseta mojada cuidadosamente apoyada sobre unas piedras en una calle.
– ¿Qué haces? Le digo.
– Dejo la camiseta porque voy a volver a verla cuando vuelva a Benarés.
– Yo no voy a volver. Contesté.
Bueno, pues sí, sí vuelvo. Volvemos los dos. A la India siempre se vuelve, dicen por ahí… ¿Será porque la segunda vez uno está más preparado? ¿La gente vuelve para “quitarse la espinita”? ¿Volvemos para intentar disfrutar de la intensidad de un país que la primera vez lo normal es que te de un buen bofetón?
Yo no sé por qué vuelvo, pero vuelvo. Podría haber elegido cualquier otro destino, pero es la India el que nos llama.
Nuestro primer viaje con Banaras en la mente
Este es nuestro primer viaje con Banaras en mente, y vamos con el firme propósito de hilar esos itinerarios que estamos deseando acercarte de la mano de nuestro proyecto. Hemos elegido cuidadosamente los alojamientos para poder acceder a tratamientos de ayurveda y probarlos de primera mano, para contarte qué es lo que te vas a encontrar exactamente.
Estamos preparando una estancia de 4 noches muy especial en Benarés con visitas interesantísimas, nada de 1 noche y salir corriendo como te propondrán en cualquier tour programado y pensado para vender a volumen.
En todo esto nos encontramos trabajando desde hace tiempo y estamos realmente emocionados de que todo vaya tomando forma y de invertir tiempo, esfuerzo, trabajo y dinero, en viajar a India en busca de la esencia del viaje que nos hubiera gustado hacer desde un primero momento.
No quiero que a ti te pase lo que nos pasó la primera vez que viajamos a India, te contaremos de primera mano lo que te vas a encontrar, el carácter Indio, te enseñaremos a estar alerta sin obsesionarte y te daremos consejos sobre cómo controlar el estrés, dejar ir y fluir en un país que va más allá del Taj Mahal.
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